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Democracia con justicia, futuro con memoria

Hoy, 24 de marzo, Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, recordamos el inicio de la etapa más trágica de la Argentina y rendimos homenaje a 30.000 detenidxs desaparecidxs y miles de fusiladxs y presxs políticos durante el ejercicio del Terrorismo de Estado. Hace 38 años comenzaba la última dictadura cívico militar en Argentina, que dejaría un complicado y difícil saldo para remontar; y marcaría un antes y un después en la vida política, económica, social y cultural de nuestro país. La dictadura cívico militar gobernó imponiendo el terrorismo de Estado, prohibió toda participación política, social y cultural, instauró un modelo económico liberal, destruyó la industria nacional, multiplicó la deuda externa e incrementó la inflación y la pobreza. Aplicó un plan criminal sistemático, secuestró, encarceló, torturó, asesinó; y se apropió ilegalmente de niños. Silenció escuelas y universidades, intervino sindicatos y toda participación democrática institucional. Prohibió libros y películas, censuró a intelectuales y artistas, intervino radios y canales de televisión. Solo la resistencia y la organización creciente, desde un principio, de parte de la sociedad argentina como miembros de organismos de DDHH, madres, hermanos, HIJOS, pudo mantener la llama de la justicia y la verdad, impulsando constantemente la lucha y condena a todo aquello que atentó contra el desarrollo de un país libre, democrático y participativo. Todo intento de ocultar lo que sucedió en nuestro país, como las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y los indultos no pudieron con la resistencia de toda una sociedad que rechazó de plano lo ocurrido en la noche más negra vivida en nuestro país. A partir de 2003, el Gobierno Nacional comenzó a implementar políticas que tuvieron como eje la promoción de los Derechos Humanos. Desde el 2005 fue posible el desarrollo de los juicios orales y públicos contra quienes cometieron los crímenes de la dictadura. De esta manera, se fue consolidando la memoria colectiva de la sociedad, generando sentimientos opuestos a todo tipo de autoritarismo, promoviendo la defensa permanente del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos. La memoria histórica es clave en la construcción de la identidad colectiva, así como la reivindicación de las luchas populares para el logro de una sociedad más justa; y la revalorización, cada día, desde nuestras escuelas y universidades, de la democracia, la igualdad, la justicia y los derechos humanos para todos y todas. El 24 de marzo renovamos nuestro compromiso con la democracia y con los derechos humanos. Es la ratificación de la lucha por la justicia, defendiendo, sosteniendo y alimentando la memoria de los pueblos para que NUNCA MÁS vuelva el horror.  Imagen: gentileza de juiciosmendoza.wordpress.com

23 de marzo de 2014, 19:55.

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